“--¡No olviden la tarea! ¡Su tarea bien hecha, sin errores!”
Estrategias para que tres alumnos se coevalúen.
Las tareas que se encargan a los alumnos para hacer en casa suelen generar problemas.
Una madre, muy moleta, reclamaba que el maestro de Español le encargó a su hija de Primero de secundaria la tarea de elaborar una ficha de trabajo de cita textual, otra de resumen y una más de paráfrasis: “---¿Para qué tantas fichas.”
Otra más, comentaba que algunos maestros no quieren explicar los temas de su clase, decía que algunos, por ejemplo, como la maestra de Español, encargaba a sus alumnos consultas a diferentes libros para que buscaran información."--¿Por qué la maestra no explica los temas?
Hay reaciones “para todos los gustos”: hay padres molestos porque la escuela encarga poca tareas; otros, se quejan de tener que ayudar a sus hijos en tareas excesivas al volver a casa.
También hay “estilos” docentes: Maestros que se irritan con aquellos alumnos que hacen las tareas con errores. Dichos maestros exigen, comúnmente, tareas "bien hechas, sin errores".
No falta quien encargue de tarea la copia de páginas del libro de texto; otros, ordenan listas de palabras agudas, graves y esdrújulas, para que “aprendan bien la ortografía”.
Conocí a una maestra que me decía : “---Hoy me toca revisar tareas”-, lo cual significaba que no le “tocaba” dar “clase nueva”. La maestra formaba a los alumnos, cada uno con libreta en mano, “haciendo cola” en torno a su escritorio. Luego se dedicaba a revisar, detenida y escrupulosamente, a alumno por alumno. La “cola” avanzaba muy lentamente, hasta que el timbre vibraba sonoro para el cambio de clase. La maestra, en los últimos instantes, encargaba la tarea para la siguiente clase. Sus clases básicamente consistían en revisar tareas. Clase=tareas; tareas=clase; una sucesión infinita de tareas para revisar tareas; las tareas como objeto y función suprema de la clase. Obviamente, eso no es trabajar con proyectos didácticos.
Ahora bien, los proyectos didácticos si conllevan tareas y las tareas hay que revisarlas.
En los libros de texto se sugieren estrategias de coevaluación para revisar tareas a fin de que los alumnos aprendan entre sí y además que la revisión no consuma todo el tiempo de la clase.
Hay maestros y maestras que tienen muy claro que las tareas deben tener un sentidopara los alumnos, y, para ello, sus tareas son actividades incentivadoras del aprendizaje, por ejemplo:
- Formular preguntas en función de búsqueda, lectura o interpretación de temas.
- Registrar información en esquemas diversos (cuadros sinópticos, mapas, tablas, gráficas o diagramas)
- Presentar versiones preliminares de productos parciales de lenguaje.
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En el aula o fuera de ella.
Parece sencillo, pero no es fácil ponerse de acuerdo sobre si las tareas deben ser un trabajo para resolver en el aula o fuera de ella. Para muchos maestros y maestras, los productos esperados de los proyectos didácticos de Español, son tareas que pueden realizarse en el tiempo de la sesión-clase. Las actividades de los proyectos, columna vertebral de los mismos, son tareas, y las tareas son actividades.
¿Por qué conviene hacer las tareas en la clase de Español?
En la asignatura de Español, las tareas consisten en productos parciales del lenguaje que los alumnos producen de manera colaborativa. De este modo, revisamos tareas para valorar los avances que logran los alumnos en sus proyectos didácticos.
Al ordenar y revisar tareas, buscamos mejorar el proceso de lo que está siendo objeto de aprendizaje. En tanto que las tareas de Español consisten en versiones preliminares de un producto final de lenguaje, no podemos esperar que estén “bien hechas”, "sin errores". Las tareas auténticas tienen errores; se trata entonces de detectar los tipos de errores más relevantes, para enmendarlos a lo largo del proceso. Evaluar el proceso permite hacer modificaciones a tiempo en lugar de esperar hasta el final del proyecto cuando ya es poco lo que se puede corregir.
Mediante escalas estimativas, listas de cotejo o rúbricas, los propios alumnos pueden aplicar la autoevaluación y la coevaluación. La autoevaluación se produce cuando el propio alumno evalúa su trabajo. La coevaluación consta de una evaluación en conjunto: tú me evalúas, yo te evalúo.
El desafío de todo maestro es lograr la participación resposable del grupo de alumnos. Una buena manera de resolver el desafío es fomentando el trabajo colaborativo, en el cual todos los miembros del proyecto participan y se ayudan para la realización de los productos parciales y finales de lenguaje. La auto y coevaluación son buenas estrategias cuando de revisar tareas se trata, además, porque representan un ahorro considerable del tiempo de la sesión-clase.
Un voto de confianza a los alumnos: la autoevaluación y la coevaluación.
Que el alumno haga sus tareas de forma autónoma es, fundamentalmente, reconocerlo como persona inteligente, independiente, capaz y responsable. Que lo haga en equipo, lo enriquece aún más. Que se autoevalúe y, en reunión de equipo, coevalúe sus tareas, representa un avance notable.
Estrategias para que tres alumnos se coevalúen.
Coevaluar tareas entre tres.
Las estrategias de autoevaluación y coevaluación conllevan muchas ventajas en el aprendizaje de los alumnos, además de un valor agregado que hemos enfatizado: ahorran mucho tiempo al maestro para dedicarse a acciones relevantes y significativas para el aprendizaje.
Lo invitamos a considerar las siguientes propuestas con sus alumnos.
ADVERTENCIA.- Sus alumnos pueden usar en clase estas fichas de coevaluación, pero conviene que Usted organice previamente una lectura comentada ante el grupo sobre los INDICADORES. Igualmente, es importante que las INSTRUCCIONES queden claramente explicadas antes de coevaluar una tarea.
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